martes, 2 de septiembre de 2014

Una trampa sencilla para capturar machos de Leptanilla

An easy trap for capturing Leptanilla males

En entradas pasadas he comentado al lector la enorme dificultad de colectar ejemplares de Leptanilla, sobre todo las diminutas obreras y reinas subterráneas. Los machos alados, en sus salidas al exterior, son capturados con mayor frecuencia, especialmente en piscinas o mediante trampas de captura en vuelo. Se trata, en todo caso, de minimizar paso a paso el factor azar. Para buscar obreras en cualquier localidad, conviene primero saber si hay machos. Si los hay, podemos tener una razonable certidumbre de que bastante cerca, bajo tierra, habitan las hembras (en mi caso las encontré en un radio inferior a 50 metros alrededor de las piscinas donde flotaban los machos). Una vez localizadas las primeras obreras –en mi caso tras dos meses de excavaciones– podemos volver a tener cierta seguridad de que habrá otras colonias a muy poca distancia. Tal ha sido mi experiencia durante dos campañas de verano: unas 15 colonias aparecieron cavando en un mismo frente de unos 10 metros de longitud.
De lo dicho se concluye el interés de encontrar los machos que vuelan en verano desde finales de junio a finales de setiembre, siempre que acompañe el buen tiempo. Si no se dispone de piscinas o albercas en la zona de búsqueda, podemos colocar pequeñas trampas. Recientemente comprobé, no sin sorpresa, que los machos de Leptanilla realizan vuelos de noche, y que son atraídos hacia las radiaciones ultravioletas emitidas por una linterna. Estos días he mejorado el sistema para hacer la trampa nocturna más autónoma. He adquirido en la tienda de Amazon una pequeña lámpara solar antimosquitos. Dicha lámpara, de 14 cm de ancho, emite luz led blanca o UV (a seleccionar con un interruptor) y está rodeada de una malla con voltaje para matar los mosquitos. En la parte superior se encuentra la placa solar que carga la batería durante el día. La pila AA de 600 mAh (NiMH) puede cambiarse por otra de más capacidad, por ejemplo de 2000 mAh. Dispone de un sensor que activa la lámpara al anochecer.


A los efectos de probarla para la captura de machos de Leptanilla, retiré el tubo largo que se utiliza para clavarla en tierra, así como la cubierta metálica protectora. Para evitar la electrocución de los insectos metí la lámpara en un tarro transparente, en cuyo fondo puse unas piedras para dar estabilidad al conjunto. El tarro lo coloqué dentro de una bandeja con agua.


Puse la trampa a unos 20 metros de la zona donde excavo (un talud situado 7 km al norte de Madrid), y la dejé allí el fin de semana del 30 al 31 de agosto de 2014. El 1 de setiembre por la mañana inspeccioné la bandeja: junto a una docena de polillas y varios mosquitos, había 5 machos de Leptanilla correspondientes a dos especies.


Este tipo de trampas de bajo coste, recargables por energía solar, puede servir a los mirmecólogos en la busca de estas raras hormigas. La visibilidad de la lámpara, y por tanto su efectividad, puede incrementarse inclinando o elevando el tarro transparente, o quizá poniendo un espejo debajo.

2 comentarios:

  1. Encontré la misma lámpara en una tienda local.
    Voy a realizar la misma réplica a ver si hay suerte!

    Gracias por el método de trampa. Desconocía que había que utilizar luz UV en lugar de luz normal.

    Un fuerte abrazo.

    Alberto_enfermero

    ResponderEliminar
  2. Hola Alberto. Había leído que el ultravioleta tiene mayor poder de atracción en insectos. Comentarte que he reemplazado la pila que lleva por otra recargable de 2000 mAh. Aunque supongo que el panel solar funciona aceptablemente, suelo poner la trampa con la pila recién cargada, asegurándomeuna mayor duración de la luz durante la noche (y permitiéndome ponerla en cualquier sitio, aunque no le de el sol durante el día).

    Mucha suerte, que por cierto sueles tenerla encontrando hormigas espectaculares ¡¡

    Los machos de Leptanilla tienen dos ventajas respecto a las obreras: la primera, que son más fáciles de diferenciar por la genitalia; la segunda, que evitan en gran parte el factor azar de la desesperante búsqueda de obreras y reinas.

    Mi impresión es que el género puede ser más diverso de lo imaginado, y de momento el mejor indicio son los machos. Fíjate que en solo media hectárea en Madrid he encontrado 5 morfotipos de machos, que más el colectado por Espadaler en Sant Cugat suman 6, es decir, una especie más que las 5 citadas para la península.

    Un abrazo,
    José María

    ResponderEliminar